lunes, 24 de noviembre de 2008

Y el día se fue… como el viento de otoño…

La mañana recogiendo las ultimas cosas y al mismo tiempo despidiéndonos del cuarto que nos albergo por mucho tiempo se hacía cada vez más sentimental, pero las prisas ayudaron a dejarlo atrás rápidamente.

Llegamos muy temprano a la Terminal y discutiendo estábamos por el lugar donde cada uno creía más cómodo para esperar el bus.

Este se tardo, pero al final llego y ahora si, un abrazo, una despedida y un… No vemos pronto, fue la forma en dejarlo nuevamente regresar a su casa, a su hogar.
Yo al mió, paseando por la ciudad no me sentía muy bien.

Parecía que una parte de mí ya no estaba y se alejaba. La mayor parte del tiempo, solo pensaba en como cada uno en sus respectivos lugares iban.

El día se iba, el viento soplaba y soplaba, y tal vez con el un Te Amo viajaban a tierras sureñas para que lo sintiera, lo escuchará, no lo sé, solo sé que lo gritaba al viento.

La incertidumbre se hace parte de mi, me toma y me atrapa entre sus brazos, me asfixia, y yo solo estoy resistiendo. No quiero pelear. No ahora.

Quiero dormir tranquilo…

...esta noche, solo ya.

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