Corriendo de arriba abajo, de un lado al otro, pues todo tenía que estar listo para el viaje de regreso a la ciudad de México.
A punto de perder el autobús y con el tiempo de sobra por fin estábamos listos y emprendiendo el viaje de regreso, un regreso que me gustaría fuera permanente.
Ya en la ciudad un frió aterrador nos recibió y un enojo me saco de la casa por refugio de unos cobertores.
Que caray, no se si estoy bien o mal, no se si debí hacerlo y cumplir con algo que de todas maneras tendríamos. No lo se.
Todo bien.
Historia De una Noche
Hace 16 años
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