Lavando…
Sí!!!
Toda la mañana la dedique a lavar, y aunque me lleve un coraje por la incapacidad de poder hacer algo por un día, me molesto al punto de querer gritar.
El desayuno lo preparé y mi orgullo hizo que este se quedará en un rincón de la cocina.
La tarde llego, las cervezas alivianaron eso que traía encima, pero todo bien.
Las visitas de las tías Yazmín, Luz María y del buen Roberto me tranquilizaron y me dieron
ánimos.
Me agradan mucho.
Historia De una Noche
Hace 16 años
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