lunes, 1 de diciembre de 2008

12:30

Llego la noche y yodo apuntaba a que saldríamos a dar la vuelta celebrando el cumple de uno de los mejores amigos de Rubén.

Un cambio de planes y una noche llena de gente en un cetro comercial, cambiaron esta salida.

Llegamos al 12:30 y muy bien recibida fue mi llegada al lugar. Victor buen compañero y gerente del lugar inmediatamente nos dio las invitaciones para su fiesta y nos brindo la mesa de la noche.

Una madrugada algo fría, en la cual nos acompañaban el vodka tan frió como la misma Rusia, teñidos de rojo como su plaza que el arandino le daban al vaso.

Moría por un cigarrillo, y en mi caso una cubana con cerveza oscura me acompañaban en la noche, varios sentimientos de angustia y de placer me acompañaban.

Como una cebra.

Blanco y negro.

Arriba y abajo.

Todo y nada a la vez.

La noche terminaba y yo no me encontraba bien, no quería tomar, solo quería un cigarrillo, el cual llego cuando todos partimos.

El humo empieza a hacerme compañía.

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